
Día del niño
30 de abril, día del niño. Volver a ser niño, por unas horas, por un día. Resulta improbable, pero no imposible, al menos de cierta forma. Porque hay veces que deseamos olvidarnos de las complejidades y preocupaciones del ser adulto y volver a cuestiones más sencillas, básicas y que, por lo general, nos provocaban mayores satisfacciones.
Tal vez no sea esta una reflexión muy “madura”, ni esté acorde con la realidad: si ya hemos dejado atrás la niñez, una etapa de varias carencias dirían algunos, pero en la que necesitábamos menos para hacer más, dejemos las nostalgias y enfrentemos el mundo de hoy, ahora que estamos “mejor” preparados para hacerlo.
De acuerdo, ya estamos aquí y no hay marcha atrás. Pero los niños, siempre a su manera, son un recordatorio constante de un tiempo que añoramos, porque tal vez éramos más honestos con los demás y con nosotros mismos: el mundo nos quedaba grande, es cierto, pero la vida no nos apretaba tanto.
Así, que, aunque los años sigan pasando, podemos mantener una actitud más abierta, sincera y, sobre todo, divertida. Podemos aprender de nuevo, con cada día, a disfrutar las cosas sencillas y hacer de las preocupaciones retos y de los problemas aventuras que nos lleven a un viaje de misterioso destino: la búsqueda de nuestro propio ser.
Esperamos que todos los niños disfruten de su alegría, inocencia y enorme capacidad de asombro. Que nunca dejen de descubrir nuevas posibilidades de desarrollarse y que no dejen de ser nuestros maestros en el juego de la vida. Muchas felicidades a todos los niños.
Los niños son seres maravillosos, debemos poner de nuestra parte para que se conviertan en seres humanos de bien.
Es cierto, ¿quién no quisiera volver a ser niño?.
Ser niño es ser auténtico, es ser honesto completamente. Lo que ahora hace tanta falta, por eso no hay que olvidar sacar al niño que llevamos dentro, para poder ser mejores seres humanos y mejorar este mundo.