De manera general podríamos definir a la publicidad como un conjunto de estrategias que tienen como objetivo dar a conocer productos y servicios a la sociedad.

Al interactuar con otras disciplinas de las ciencias sociales, la definición y el análisis de la misma se vuelven más complejos, por ejemplo, si se aborda desde una perspectiva de los usuarios, de las agencias de comunicación o de las compañías o empresas y sus consecuentes marcas.

Existen libros especializados y también es una asignatura en ciertas carreras universitarias, sin embargo, conviene, como en cualquier asunto, comenzar a observarla desde lo más básico. Por ejemplo, en los libros de educación básica existen definiciones concisas de publicidad y se mencionan sus características, una de las cuales retomamos aquí: la ubicuidad.

Como es propio del nivel mencionado de estos textos, se define a la ubicuidad como el hecho de que los anuncios deben “estar en todos lados”. Sin complicaciones: los anuncios deben aparecer en la calle, en el autobús, en las revistas, en la televisión, en la radio, en internet.

Con la velocidad de los medios digitales de la actualidad incluso algunos autores dividen a la publicidad en “offline” o tradicional y la desarrollada en el entorno digital. Independientemente de esta división, el principio de la ubicuidad está presente, e incluso se acentúa, ya que el que una empresa quiera estar actualizada o a la vanguardia, no significa que sólo contemple anunciarse en los medios digitales dejando los tradicionales o viceversa, por el contrario, la ubicuidad dicta que debe estar en ambos.

Un profesor de literatura de bachillerato solía usar frases de canciones de un famoso cantautor mexicano para introducir o reforzar algún punto importante de un tema determinado. Por ejemplo, mencionaba la frase “la costumbre es más fuerte que el amor”, para abordar temas de contexto social y lenguaje. El mismo académico mencionaba que la publicidad y en concreto, la ubicuidad, no es otra cosa más que lo que la frase de una canción ilustra a la perfección: “siempre en mi mente”. El anuncio debe ser ubicuo para que se fije en la mente de las personas.

Tal es el objetivo de las personas y empresas que desean publicitarse. Sin importar el tamaño de la empresa, ésta debe atender a la ubicuidad. Incluso, no es exagerado decir que las empresas o compañías gigantes súper famosas y conocidas, que pareciera no necesitan publicidad, son las que más y mejor usan la ubicuidad. Ejemplos hay muchos, algunos de los cuales pueden ser las campañas de una de las más importantes compañías refresqueras, que renueva sus comerciales tanto en los medios más vanguardistas, como en los soportes más tradicionales que encontramos en la tiendita de la esquina.